Aparte de la amplia gama de beneficios y satisfacciones que tener un perro nos aporta, existen también ciertos aspectos que en ocasiones pueden volverse molestos cuando no se sabe cómo prevenirlos o encontrar una solución adecuada a determinadas actitudes.
Cuando ocurre que nuestro perro ladra con más frecuencia de la que debería o si simplemente lo hace cuando percibe un ligero ruido, puede que tenga un problema de comportamiento.
La realidad es que no existe una solución rápida y simple para este problema, pero se puede resolver con algunas estrategias en el hogar, en particular al identificar a qué está ladrando su perro y por qué. La clave es lidiar con la ansiedad por la separación, una de las causas más comunes en estas situaciones o entrenar a su perro para que esté «tranquilo» cuando le damos la orden y recompensar el comportamiento silencioso e ignorar el comportamiento alterado.
Una de las mejores soluciones para corregir estas malas costumbres es la de los collares antiladridos, que se han vuelto enormemente populares tanto para los entrenadores profesionales de perros como para los dueños de los perros.
Estos aparatos no solo reducen el ladrido de su mascota de una manera efectiva y segura, sino que, además, harán que su perro será más receptivo a sus órdenes ya que no estarán tan distraídos debido a sus propios ladridos.
Funcionamiento
Los collares antiladridos se componen de un dispositivo que funciona automáticamente y que detecta el momento en el que se produce el ladrido indeseado transmitiendo una señal de corrección al perro que le permite saber que no hay ninguna razón para que siga haciéndolo. Una de las ventajas que presentan estos collares es que no requieren ningún tipo de control para su funcionamiento, ya que operan automáticamente en función de las instrucciones específicas del fabricante.
Los tipos de collares antiladridos que podemos encontrar en el mercado son los siguientes:
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Collares de choque eléctrico
Es un tipo de collar utilizado sobre todo para perros grandes. Su funcionamiento se produce mediante la emisión de una ligera descarga eléctrica en el dispositivo en el momento que detecta el ladrido. El impulso es de bajo voltaje (sin amperios), por lo que produce en el animal un efecto similar a un calambrazo.
Existen versiones enfrentadas con respecto al uso de este tipo de collares, desde las que defienden su idoneidad y su eficacia hasta los que ven un método agresivo y con cierto punto de crueldad en su utilización.
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Collares de ultrasonidos
Este tipo de collares funcionan a través de avisos por ultrasonidos. Cuando el sensor del aparato detecta el ladrido emite un sonido agudo, de una frecuencia que no es perceptible por el oído humano. Sin embargo, en el perro causa un efecto de distracción con este sonido que hace que deje de ladrar.
Se puede considerar una opción poco agresiva con nuestra mascota, aunque por ello a veces la efectividad no sea tan alta como con otras alternativas. Su uso es más recomendado para espacios interiores, donde no se produce la interferencia con otros ruidos que hay en el exterior y el perro percibe las señales de forma más clara.
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Collares de vibración
Son dispositivos que emiten los avisos en forma de vibración, similares a las de un teléfono móvil. Su efectividad puede verse afectada por la longitud del pelo de nuestra mascota, ya que para los perros de pelo largo la zona de contacto con el aparato puede verse disminuida. En estos casos se suele recomendar cortar el pelo del animal en la parte del cuello para aumentar la eficacia del collar.
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Collares de spray
Es una variedad de collar antiladridos que quizá sea la menos agresiva con nuestras mascotas. No utilizan descargas de ningún tipo, ni ultrasonidos, ni vibraciones.
Consta de un pequeño dispositivo que se coloca alrededor del cuello del perro y que activa un spray cada vez que el animal ladra. Esta pulverización no es dañina para ellos, sino más bien, incómoda.
El spray puede contener citronela (hierba con olor a limón que resulta desagradable al olfato canino) o algún otro líquido inodoro y totalmente inocuo.
Este collar es realmente inofensivo y no le produce efectos directos al cuerpo a diferencia de los otros tipos.
Cómo elegir el collar antiladridos más adecuado para mi perro?
Al seleccionar el mejor dispositivo para nuestra mascota, lo primero es saber que la comodidad es un punto esencial. Un collar incómodo será una molestia para su perro, pudiendo incluso aumentar los ladridos que se están tratando de controlar. Al elegir el collar es importante tener en cuenta la raza, el tamaño y el carácter de su perro.
Los collares antiladridos diseñados para perros pequeños serán incómodos para los perros grandes, mientras que los collares grandes usados en perros pequeños no serán tan efectivos.
Ajuste del collar antiladridos
El ajuste y la colocación correctos del dispositivo son aspectos muy importantes para que el funcionamiento sea efectivo. Los puntos de vibración deben tener contacto directo con la piel del perro en la parte inferior del cuello.
Para asegurar un ajuste correcto hay que seguir una serie de pasos:
- Asegurarse de que el dispositivo se encuentre apagado
- Hacer que el perro se ponga de pie de forma cómoda y colocarle el collar en esta posición (figura A)
- Colocar los puntos de vibración bajo el cuello del perro, de forma que estén en contacto con la piel. Si fuera necesario, se puede recortar el pelo del perro en la zona que rodea a los puntos de vibración para que éstos siempre estén en contacto con la piel. No es necesario rasurar el cuello del animal, ya que podría quedar más expuesto a sufrir una irritación cutánea (figura B)
4. Comprobar la tirantez del collar antiladridos metiendo un dedo entre el collar y el cuello del perro. El ajuste debe ser cómodo, sin estar demasiado apretado. Un collar excesivamente ajustado puede suponer un aumento de riesgo de necrosis por presión en la zona de contacto (Figura C).
5. Dejar que el perro lleve el collar puesto durante varios minutos, y después volver a comprobar el ajuste. Volver a comprobar el ajuste de nuevo cuando el perro se sienta más cómodo con él.
Consejos de uso de los collares antiladridos
- No usar el collar antiladridos en cachorros de menos de 6 meses. Hasta esa edad los perros todavía están aprendiendo, probando y experimentando cosas nuevas. Usar estos dispositivos puede obstaculizar sus habilidades de aprendizaje y terminar traumatizándolos.
- No usar el collar antiladridos en perros que hayan sufrido maltrato anteriormente. Esto es debido a que estos animales sufren de ansiedad y cualquier estímulo negativo podría impedir los pequeños pasos que el perro había dado para recuperar un estado normal
- Procura familiarizar gradualmente a su perro con el collar. Es posible que su mascota note cierta incomodidad al principio. Si esto ocurre, es preferible quitarle el collar y volver a colocárselo al día siguiente hasta que se acostumbre.
- Es aconsejable estar presente las primeras veces que le colocamos el dispositivo para que la sensación de confusión que le genere no sea tan acusada
- Para reforzar el efecto del collar es conveniente acompañar la señal que emite con un NO de nuestra voz cuando el perro ladra. Debemos hacerlo las primeras veces que le colocamos el collar. De esta forma el perro asociará la señal del collar con un NO y que lo que debe hacer para evitar esa incómoda situación es dejar de ladrar
- Procurar llevar a cabo el refuerzo positivo. El collar antiladridos está destinado a recordarle a tu perro que ladrar repetidamente no es bueno. Sin embargo, no es conveniente hacerle sentir constantemente como si estuviera castigado. Si observas que tu mascota ha dejado de ladrar repetidamente, es bueno recompensarlo por su buen comportamiento